Ruidos metálicos en el escape: causas y soluciones

Muchos de los problemas que suelen presentarse en los sistemas de escape pueden diagnosticarse con el oído. Y uno de los más habituales es escuchar un clic metálico continuo. En este artículo analizamos las posibles causas y soluciones.

Por qué aparecen los ruidos en el sistema de escape

Problemas en el silenciador

Cuando aparecen ruidos metálicos en el sistema de escape, como piezas que se tocan entre sí en la parte trasera del coche, el silenciador suele ser uno de los sospechosos habituales. Puede que haya algún soporte o conector suelto, o que la corrosión haga vibrar el silenciador. En general, cualquier fallo en los componentes que mantienen unido el sistema de escape pueden provocar una desalineación detectable por el ruido metálico que genera. El problema puede derivar en una avería grave si no se repara o sustituye el silenciador lo más rápidamente posible.

Además, las averías en el silenciador suelen causar otros síntomas más allá de los ruidos. Es habitual que se detecte una bajada en el rendimiento del motor y un aumento en el consumo de combustible.

Para comprobar si el problema se encuentra efectivamente en el silenciador, echa un vistazo al sistema de escape e inspecciónalo al completo. Busca señales de óxido, desgaste u otros daños, sobre todo en el silenciador y el escudo térmico.

Expansión térmica y fricción estática

Sobre todo en los modelos de gasolina de altas prestaciones, a veces aparece un leve ruido metálico tras un uso prolongado o después de una sesión de conducción más dinámica. En este caso la causa es la expansión térmica y la fricción estática:

• Expansión térmica. En su funcionamiento normal, la combustión interna del motor y los gases que genera calienta las piezas que forman el sistema de escape y provoca su expansión térmica. Cuando se enfrían, todas se contraen de nuevo. Hablamos de un movimiento que varía en micras, casi imperceptible. Dependiendo de los diferentes materiales con los que están fabricadas estas piezas, este fenómeno puede ser más o menos rápido y acusado. Las diferentes velocidades de expansión y contracción pueden causar clics metálicos.

• Fricción térmica. Las piezas unidas entre sí tienden a permanecer juntas en su lugar por fricción estática. Pero la aplicación de fuerza puede causar cierto grado de deslizamiento. Como ya hemos visto, cuando las piezas del sistema de escape se calientan y se enfrían, se contraen y se expanden, por lo que varían su tamaño y se genera un rozamiento. Éste continúa hasta que la fricción dinámica entre ellos supera el cizallamiento, momento en el que se “fusionan” en una sola pieza hermética.

Por lo tanto, si el sonido metálico es leve y aparece después de usar intensamente el coche, puede ser algo perfectamente normal. Hay que señalar además que la intensidad del ruido puede variar en función de aspectos externos como la humedad o la temperatura ambiental.

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