La clasificación y uso de los neumáticos

En muchas ocasiones los conductores no son conscientes de que los neumáticos de sus vehículos son los únicos responsables de mantener el contacto con el asfalto. Por ello, los mecánicos y otros especialistas del sector del automóvil tienen el compromiso de informar y remarcar la importancia de usar neumáticos en perfectas condiciones.

En este artículo, de la mano del líder mundial en la fabricación de neumáticos Michelin, repasamos las diversas clasificaciones y usos de los neumáticos en función de las necesidades de los conductor.

¿Qué prestaciones necesitan los usuarios?

Un neumático debe ser capaz de adecuarse al vehículo y al tipo de conducción para el que será requerido. Los aspectos en los que debe destacar un buen neumático son:

• Seguridad: Frenada en seco, Frenada en mojado y Adherencia en curva en mojado
• Duración
• Ahorro de carburante
• Fiabilidad y calidad
• Optimización de costes
• Ruido y confort

3 criterios para clasificar los neumáticos

Existen 3 aspectos sobre los cuales se clasifica un neumático. Cada criterio incluye diferentes clases, donde la Clase A es siempre la más eficiente y las sucesivas letras implican un nivel menor de eficiencia.

1) Eficiencia de consumo de carburante (7 clases)

El efecto puede variar entre los vehículos y las condiciones de conducción, pero la diferencia entre una clase G y una clase A para un juego completo de neumáticos puede reducir el consumo de carburante hasta un 7,5% y aún más en el caso de los camiones.

2) Adherencia en superficie mojada (7 clases)

El efecto de la distancia de frenado puede variar entre los vehículos y las condiciones de conducción, pero en el caso de una frenada total, la diferencia entre una clase G y una clase A para un juego de cuatro neumáticos idénticos podría ser hasta un 30% más corta.

3) Ruido exterior de rodadura del neumático (3 clases)

Se indica si el valor de ruido de la rodadura exterior en decibelios dB está por encima del valor límite Europeo, entre el valor límite y 3 dB por debajo o más de 3 dB por debajo del valor límite.

Envejecimiento y caducidad de los neumáticos

Los neumáticos están compuestos por diferentes clases de materiales textiles, metálicos y gomas que dan las propiedades necesarias para su correcto funcionamiento.

Las propiedades de los componentes evolucionan con el tiempo. Para cada neumático, la evolución depende de varios factores como son las condiciones climáticas, las condiciones de almacenamiento y de utilización.

Teniendo en cuenta que estos factores de utilización son muy variables, es imposible predecir la duración de los neumáticos y fijar una fecha de caducidad.

Factores que influyen en el envejecimiento:

1) Condiciones de almacenamiento

• Luz: Proteger contra los rayos solares directos y de la luz artificial con alto porcentaje de rayos UV.
• Aireado: El oxígeno y el ozono son muy perjudiciales.
• Humedad: Evitar condensaciones, almacenar en un lugar seco.
• Temperatura: Almacenar entre 15º y 25ºC, proteger de fuentes de calor.
• Posición de almacenamiento: Posición vertical en estanterías a 10cm del suelo.

2) Condiciones de utilización y climatología

• La climatología: sol, frío, agua, sal, aire de mar… son perjudiciales para los neumáticos.
• Aparcamiento habitual: garaje, calle, campo, etc.
• Condiciones de utilización: carretera, tipo de revestimiento, camino, carga, etc.
• Tipo de conducción: normal, deportiva, eficiente, etc.
• Mantenimiento: vigilancia de la presión de inflado, geometría de los ejes, etc.

¿Cómo leer la fecha de fabricación?

La fecha de fabricación se localiza moldeada en la goma de uno de los flancos del neumático. Ésta se compone de los 3 ó 4 últimos dígitos del código alfanumérico que forman el DOT (Foto 1) o a continuación del código de identificación (Foto 2).

Los 2 primeros dígitos representan la semana de fabricación, y los 2 últimos el año de fabricación (únicamente 1 dígito cuando el año de fabricación es anterior a 2000).

No existe ninguna norma en relación a la caducidad de los neumáticos, aunque sí hay ciertas recomendaciones que se deben seguir. Así, todo especialista debería indicar que después de 5 años los neumáticos deberán ser inspeccionados por lo menos una vez al año. Esta inspección no debe en ningún caso sustituir las verificaciones periódicas de mantenimiento, que incluyen la vigilancia de la presión de inflado y el estado general del neumático (nivel de desgaste, deformaciones…).

Por precaución, si los neumáticos no han sido reemplazados dentro de un plazo de 10 años a partir de su fecha de fabricación (fecha anotada en el flanco), se recomienda la sustitución por unos nuevos, aunque el nivel de desgaste no haya alcanzado el límite legal permitido de 1,6 mm.

Todos estos consejos y explicaciones pueden ser realizados por los especialistas para recordar a los conductores la importancia de cuidar los neumáticos de su automóvil para así aumentar su seguridad activa en circulación.