Síntomas para saber cuándo cambiar los frenos del coche
- noviembre 9, 2017
- Mecánica
El sistema de frenos de cualquier vehículo es su principal sistema de seguridad activa, pues de su eficacia y buen funcionamiento dependen directamente sus ocupantes. Por este motivo, desde el taller se deben saber detectar de manera preventiva los posibles problemas en los frenos del coche, para proceder a su sustitución y no comprometer la seguridad.
El sistema de frenos está compuesto por dos partes: la hidráulica (pedal, bomba, circuito, pinzas/bombines) y la mecánica (discos y pastillas, zapatas y tambores). Ambas partes se componen de distintos elementos que, por su propia naturaleza de desgaste o por una avería, pueden provocar un fallo grave en el frenado del automóvil.
En cuanto a la parte hidráulica, uno de los síntomas que indican un funcionamiento anómalo o la necesidad de una revisión del sistema es el color del líquido del depósito (oscuro, sucio), que con el tiempo se va degradando y arrastra suciedad, disminuyendo las prestaciones de frenado. Asimismo, otro síntoma relacionado con un líquido de frenos que necesita sustitución es que el pedal de freno se vuelve esponjoso, sin firmeza. El nivel de líquido de frenos tiende a disminuir para compensar el desgaste de los elementos de fricción, pero muy lentamente. Si el nivel bajara repentinamente indica una pérdida de líquido, lo que puede acabar provocando un fallo del sistema de frenos del coche.
Otro de los problemas hidráulicos puede ser la bomba de frenos. Normalmente una pérdida rápida de líquido puede indicar un fallo en la bomba de freno.
Entrando ya en la parte mecánica, un problema bastante frecuente es notar que el pedal de freno vibra mucho al frenar, como si saltara el ABS. Esto es debido al alabeo de los discos de freno, que ya sea por defecto de material o mal uso al dilatarse y contraerse, se «doblan» y no regresan a su posición de origen, dando lugar a un alabeo similar a un disco de vinilo. Este alabeo se transmite a las pastillas de freno y estas al pedal mediante el sistema hidráulico. En este caso, la sustitución de discos y pastillas es lo más recomendable.
Un mal estado o mala calidad de los elementos de fricción provocan un alargamiento de la distancia de frenado, por lo que si se percibe que para frenar se necesitan más metros, debería hacerse una revisión del sistema y valorar la sustitución de algunos elementos.
En el caso de los tambores, un problema frecuente es el desajuste, que provoca un mal frenado, normalmente del eje trasero. Una frenada inestable, el freno de mano que no frena suficiente, mayor distancia de frenado… todos estos síntomas pueden estar indicando que es necesario un ajuste de las mordazas de freno.
A nivel de desgaste de materiales, es frecuente que las pastillas lleven un «chivato» de aviso de desgaste. Este puede ser eléctrico (un cable positivo en la pastilla, de manera que cuando llega el desgaste, el cable hace contacto a masa a través del disco y enciende el testigo luminoso en el cuadro) o acústico (una chapa que al rozar con el disco, debido al desgaste de la pastilla, emite un ruido muy característico).
Sobre los discos de freno, estos suelen ser más duraderos, pero también tienen un límite de desgaste indicado por el fabricante. Cuando el grosor supera cierto margen, se recomienda su sustitución.
Desde Central de Recambio Original recomendamos utilizar únicamente Recambios Originales para la sustitución de los diferentes elementos que forman el sistema de frenos del coche. Podéis contactar con Central de Recambio Original mediante nuestro formulario o llamando al teléfono 93 223 84 85.