Cómo elegir el motor de coche perfecto según su uso

Cuando un conductor decide adquirir un nuevo vehículo, muchos factores son los que influyen en la decisión final sobre el automóvil que acabará comprando. Y de entre ellos, el precio y el motor son los dos aspectos determinantes.

A continuación repasaremos las claves que deben ayudar al conductor a decidir las características ideales del motor de su coche.

¿Cuántos kilómetros se recorrerán al año?

En primer lugar, se debe tener claro el uso que se dará al coche. Este factor determinará en gran medida otras variables, por lo que es fundamental tener claro este aspecto. Por un lado, el conductor puede pensar en comprar un coche de recreo, con aires deportivos para disfrutar de la conducción el fin de semana. O por otro lado, puede tener en mente un coche familiar, espacioso y que permita circular diariamente.

En segundo lugar hay que tener en cuenta la media de kilómetros anuales que recorrerá el coche, pues este factor irá directamente relacionado con su mantenimiento y consumo. En el caso de realizar pocos kilómetros anuales (menos de 15.000km), el conductor se podrá permitir un motor más potente, aunque requiera un mantenimiento un poco más intensivo de lo normal, como podría ser el caso de un coche deportivo. O por el contrario, si prevé recorrer 25.000km o más anuales, lógicamente primará en la decisión la fiabilidad y la economía de uso y mantenimiento del vehículo respecto a otras características.

¿Qué importancia tiene el combustible?

Una vez se tiene claro el uso que se dará al coche, surge la duda sobre si elegir un motor diésel o gasolina. Actualmente la oferta de vehículos en el mercado ofrece infinidad de opciones, por lo que es posible tener un deportivo con motor diésel o un monovolumen de gasolina.

Por un lado, los motores Diésel consumen menos combustible, a la vez que ofrecen unas prestaciones igual o superiores que los motores de gasolina, además de superar a éstos en cifras de Par Motor. Por contra, los motores Diésel posteriores a Euro-4 requieren de un mantenimiento frecuente que, en ocasiones, puede resultar muy caro para el usuario si se dan determinadas averías.

Los motores de gasolina, por el contrario, gozan de una mayor simplicidad mecánica y son menos propensos a sufrir averías costosas, además de ser más económicos en su mantenimiento. Aún así, tienen un consumo más elevado que los Diésel y no alcanzan las cifras de Par Motor. De todos modos, los motores de gasolina de mayor cilindrada suelen ir ligados a la conducción deportiva, por lo que algunos de estos «factores en contra» pueden pasarse por alto en pos de las sensaciones únicas que transmiten.

En resumen, y partiendo únicamente de los dos factores mencionados, un conductor puede ser capaz de decidir la motorización ideal de su vehículo en función del kilometraje anual y del tipo de conducción prevista. Además, se unirían a la ecuación otros factores (tales como las prestaciones, la disposición del motor y la tecnología) que repasaremos próximamente en el blog de Central de Recambio Original.

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