Cómo limpiar los insectos del parabrisas

Al taller llegan a menudo coches repletos de insectos espachurrados en el parabrisas, el frontal, los faros, el paragolpes… Eliminarlos puede no ser nada fácil. Te dejamos algunos trucos para hacerlo de forma más eficaz y evitar estropear la pintura o rayar los cristales u otras superficies.

La limpieza de los restos de mosquitos es complicada porque, aunque sean diminutos, cuando un coche va en marcha los insectos se transforman en pequeños proyectiles que pueden llegar a incrustarse en la carrocería.

Limpieza de insectos en mojado

A medida que los restos de los insectos se resecan con el aire y el calor, se van adhiriendo cada vez más a las superficies del coche y su limpieza se hace más difícil. Además, se corre el riesgo de que las sustancias que desprenden puedan ser corrosivas y dañen por ejemplo la pintura.

Un primer prelavado con agua templada y jabón es la mejor manera de eliminar los insectos incrustados en las zonas más expuestas (frontal, parabrisas y retrovisores) sin dañar las superficies. Deja que el agua humedezca los restos y frota después con un cepillo de cerdas mojadas.

Como el parabrisas es la zona más crítica del coche, es especialmente importante asegurarte de que quede bien limpio. Un truco es aplicar primero el cepillo sobre el parabrisas para evitar transferir la suciedad de otras partes del coche al cristal.

Recuerda que utilizar una esponja o un cepillo demasiado duros puede dejar marca en la pintura, el cristal o la superficie del paragolpes. Y olvídate de trucos como el papel de periódico, que puede manchar todavía más la carrocería.

Por último, vuelve a aplicar agua a presión para acabar de eliminar los restos más difíciles. Haz especial hincapié en las manchas más persistentes, pero mantén siempre cierta distancia para no dañar la capa de pintura o arrancar el adhesivo blanco de la matrícula con el chorro de agua.

Una vez seco, a veces puedes llevarte la sorpresa de que algunas manchas reaparezcan. En este caso puedes dejar un trapo empapado sobre las zonas más afectadas. Tras algunas horas, los restos se reblandecerán lo suficiente para desprenderse con facilidad.

Productos específicos

También existen ciertos productos específicos para limpiar los bichos que pueden venir en formato líquido, en difusor o en spray. Es un proceso más caro, pero sus resultados suelen ser mejores que un lavado a presión. Como siempre, recuerda utilizar productos de primeras marcas.

En este caso asegúrate de seguir al pie de la letra las instrucciones del fabricante. De todas formas, lo más habitual es que el modo de empleo consista en rociar las zonas afectadas y dejarlo actuar durante unos minutos. Finalmente, puedes retirar los restos de los insectos con un papel de cocina, una bayeta o un trapo de microfibra.

Más vale prevenir

Lo mejor para proteger la carrocería es usar ceras que eviten que los mosquitos se incrusten demasiado.

En el caso del parabrisas, los tratamientos antilluvia cumplen una doble función. No solo repelen el agua y mejoran la visibilidad en caso de precipitaciones, sino que también hacen que los insectos se peguen menos al cristal y sea mucho más sencillo retirarlos.

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