Cómo funciona el sistema de frenado regenerativo de los coches electrificados
- noviembre 8, 2021
- Recambios originales
Es una de las novedades tecnológicas que llegan con la movilidad eléctrica. Tanto los vehículos híbridos puros como los híbridos enchufables y los 100% eléctricos, todos los modelos electrificados utilizan el sistema de frenado regenerativo.
Seguro que conoces la famosa frase: “La energía no se crea ni se destruye, solo se transforma”. Sin embargo, la mayoría de los coches desperdician energía cada vez que pisamos el pedal del freno. Porque cuando un coche con sistema de frenos convencional desacelera, la energía cinética que lo impulsa hacia adelante se disipa en forma de calor y se vuelve inservible.
El sistema de frenado regenerativo viene para solucionar esta ineficiencia, ya que recupera gran parte de la energía cinética que se perdía para transformarla en electricidad que se utiliza para recargar las baterías del automóvil.
Esta tecnología ha triunfado entre los coches electrificados porque en estos modelos mantener la batería cargada es una cuestión de vital importancia.
Una historia que se remonta a los años 60
En el mundo de la automoción, la primera vez que vimos un sistema de frenos regenerativo fue en 1967, cuando la American Motor Car Company lo aplicó en su prototipo de coche eléctrico AMC Amitron.
En los coches de producción fue el Toyota Prius el pionero que estrenó esta tecnología. Desde entonces, su popularización está siendo imparable, también entre los vehículos de combustión más modernos. En estos últimos, se usa para cargar la batería que apoya a sistemas auxiliares en el automóvil, lo que significa menos trabajo para el motor y menos combustible quemado.
Cómo funciona el sistema de frenado regenerativo
Con el frenado regenerativo, cuando el conductor presiona el pedal del freno el motor eléctrico del vehículo entra en modo marcha atrás para ralentizar las ruedas. Al mismo tiempo, mientras funciona al revés, el motor actúa como generador eléctrico que produce electricidad y alimenta las baterías.
Sin embargo, los híbridos y los eléctricos también cuentan con frenos estándar para aquellas situaciones en las que el frenado regenerativo no proporciona suficiente potencia de frenado. Por norma general, cuando el conductor frena con fuerza, el circuito hidráulico tradicional se activa para detener el coche rápidamente. No obstante, cada fabricante y cada modelo utilizan diferentes configuraciones.
Modos de frenado
En la mayoría de los electrificados, el conductor puede adaptar el sistema de frenado regenerativo según sus preferencias. Por ejemplo, cuando se quiere conservar la carga de la batería es posible programar el coche para que retenga la máxima cantidad de energía en las deceleraciones. Por el contrario, cuando el conductor prefiera un estilo de conducción tradicional, puede llegar incluso a desactivarlo.
Algunos vehículos eléctricos llegan a ofrecer la posibilidad de prescindir del acelerador. Es el caso del e-Pedal del Nissan Leaf, que permite modular con un solo pedal la aceleración y frenado del vehículo: pisando para acelerar, soltando para frenar. El Kia e-Niro, por su parte, utiliza un sistema de levas tras el volante.
Desgaste de los frenos hidráulicos en híbridos y eléctricos
Los coches electrificados utilizan menos los frenos hidráulicos. Sin embargo, esto no significa que no haya que efectuar el mantenimiento correspondiente. Porque precisamente por la falta de uso es fácil que se desarrolle óxido en el disco o en el montaje de la pastilla.
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