Cómo alargar la vida del embrague de un coche

Una de las averías que más temen los conductores es la rotura del embrague. Hoy te damos cinco sencillos consejos que puedes seguir para alargar la vida del embrague.

La función del embrague es la de acoplar y desacoplar el movimiento del motor respecto de la caja de cambios. Como se acciona directamente a través de uno de los pedales, el estilo de conducción tiene una gran influencia directa en su desgaste progresivo. Adoptar algunas buenas prácticas al volante harán que dure más en el tiempo.

Acelerar suavemente al arrancar

El embrague sufre sobre todo al circular por ciudad. Las paradas y arranques continuos, las maniobras de aparcamiento y los arranques en cuestas pronunciadas son los momentos más críticos. Por eso es importante interiorizar una mecánica de arranque en la que soltemos el pedal poco a poco y aceleremos con suavidad, sin superar las 1.200 o 1.300 revoluciones por minuto.

Poner el punto muerto en los semáforos

Seguimos en el entorno urbano. Al parar en los semáforos o en los atascos es mejor evitar mantener el pedal de embrague pisado con la primera marcha engranada. Porque esto somete al sistema a un esfuerzo innecesario y provoca un desgaste prematuro. Es recomendable que en estas situaciones se ponga siempre la palanca del cambio en punto muerto y se deje descansar el pie izquierdo sobre el reposapiés.

Colocar el pie izquierdo en el reposapiés

Hablando del reposapiés, no utilizarlo es un vicio peligroso que acorta la vida útil del embrague y puede acabar quemándolo. Aun así, muchos conductores todavía circulan con el pie izquierdo permanentemente apoyado sobre el pedal. Lo ideal es coger la costumbre de colocar el pie izquierdo en el reposapiés siempre que las circunstancias de la circulación lo permitan.

Pisar a fondo el pedal de embrague

De la misma manera que no es bueno circular con el pie siempre apoyado en el pedal del embrague, tampoco es recomendable no pisarlo a fondo al cambiar de marcha. En casos extremos esto se nota porque se oye cómo rasca la transmisión. Pero incluso aunque no aparezca algún sonido que delate esta fricción excesiva, lo cierto es que cambiar de marcha sin pisar siempre el pedal del embrague a fondo también hace mucho más probable la aparición de alguna avería a medio plazo.

Evitar sujetar el coche con el embrague

A pesar de que es posible sujetar el peso del coche en una pendiente solo encontrando el punto de fricción del embrague sin que se cale, no es recomendable abusar de esta técnica para iniciar la marcha o estacionar en una cuesta. Porque con ella todos los componentes se ven sometidos a una fricción innecesaria que acortará su vida útil. Lo mejor es sujetar siempre el coche con los frenos y arrancar con suavidad, intentando que el embrague patine lo mínimo posible.

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